Romaneadas.
Dedicado al Toto Paniagua y al Profesor.
Recién llegado de Roma, y ya contratado para dar mis primeras
impresiones. Es lo que pasa cuando uno es figura. Les cuento que fui invitado a
esa gran ciudad, por gentileza de mi amigo de infancia; Vitito Corleone IV.
Como estuve unos quince días, en Tanolandia, tengo terrible información,
pero antes de publicarla la voy a chequear con mi compadre, el Gordo Billetera
que la sabe “lunga”. Por eso lo cité al Boliche Quita Penas. Tendré que bancar una picada pero vale la pena. Ya lo verán.
-Hola Pepe! me enteré que estabas e Roma en lo de Vitito, el malandro
que jugaba contigo al baby fútbol en el Intermezzo Pocitos. El mismo que le mandaba
la “pesada” a los padres de vuestros rivales, para que sus hijos echaran
para atrás cuando los enfrentaban.
-Todas calumnias, Gordo. Los pequeños episodios se acrecientan con el
paso del reloj. En realidad, no lo pude
ver porque justo estaba…
-Preso. Como siempre. Pero vayamos al grano. ¿Dónde te alojaste?
-En una zona de peluqueros que se llama Barberini. Los edificios eran medio
viejardos y como adornados de más …
-¡No seas animal, Pepe! Estabas en el corazón de Trevi, una zona top. La
familia Barberini es una de las más poderosas de Roma desde el siglo XVII, y
fueron mecenas de lo que se conoce como la Roma barroca, justamente el estilo
de arquitectura que vos llamás “adornados de más”. Me imagino que te fuiste
directo a la fuente de Trevi por la Vía del Lavatore.
-¡Más bien! pero no estuve mucho rato porque estaban haciendo una
colecta. La gente tiraba monedas al agua. Se ve que las finanzas de los tanos andan
medio justinianas, y yo que estaba un poco escaso de “níqueles”, tenía miedo que me
impusieran una donación.
-Bueno, en realidad te diría que la gente tira monedas al agua como
señal de buena suerte y para volver a Roma, según dice la leyenda. O sea que en tus términos malevos, no es un mangazo. La
fuente fue construida por el gran arquitecto Salvi y demoró como treinta años, allá lejos, por el
mil setecientos y pico. Cierro mis ojos y puedo ver ¡esas gradas que descienden hasta el agua como remojándose!
¡esa concepción de una plaza enorme entre pequeñas calles!, con el imponente
Dios Neptuno que se alza en la vigilia de la intersección de las tres vías…
-Sí, claro. Era lo que yo te decía, pero por las dudas te estoy sacando
apuntes. De allí a puro inglés, mientras caminaba, fui preguntando a la masa, porque tenía
la data de un panteoncito ubicado en la zona. Pero los tanos en general no hablan muy
bien mi segunda lengua. Por suerte encontré
uno más letrado que me dijo: “ Estás a unas cuadras ¡boludo! Agarrá por esta
calle que te revienta los ojos, cruzás la Vía del Corso y llegás al toque,
uruguayo “.
Llegué al supuesto lugar, pero no vi ningún cementerio, ni panteón ni nada,
solo había un edificio grande, pero bien
grandote con brutas columnas. Se ve que fue un hospital porque el frente se
leía algo como “ Agripa” que debe ser gripe en latín.
-Te voy a dar dos noticias, Pepe. La primera, es que conociste el
Panteón que tiene cerca de dos mil años, que no es otro que ese edificio “grandote”.
Una joya del imperio romano, un templo
donde todavía se celebran misas ocasionales. La cúpula es única, es la más grande
que se conoce en hormigón no armado, y justamente quien la hizo fue Marco
Vipsanio Agripa- esa sería la segunda- que es lo que vos tan bien interpretaste
como una enfermedad…Allí está enterrado el rey Vittorio Emanuelle el prócer de la Italia moderna. Pero sigamos ¿fuiste al Vaticano?
-¡Más bien, gordo! ¿pensas que soy un inculto? Ese lugar, sí que me
gustó. Iba a ir con el short de Peñarol pero me dijeron que no te dejan entrar liviano
de equipaje. Seguramente porque si hay que desnudarse siempre vas a encontrar
algún cura especialista en la materia ¡jaja!
- No se te ocurra poner ese chiste de cuarta en tu nota, porque te van a
volver a excomulgar. ¿Y qué destacas de tu periplo?
En la iglesia de San Pedro, sobre la derecha, había una linda estatua. La gente
se apiñaba como en la cola de la Ámsterdam, creo que era toda de mármol,
escupida por un tal Miguel Ángel, ese sí que era peluquero ¡Porqué no me vas a
discutir que tiene un nombre que le
calza justo!
-Stop. No fue escupida, sino esculpida. Lo que te impactó, es una de las
obras cumbres de Miguel Angel Buonarotti , escultor, arquitecto, pintor, tal vez el más grande artista de todos los
tiempos o al menos del renacimiento. Es una de las tres Piedades que hizo, una de
ellas está en Florencia y no está terminada. Pero yendo al grano, la que vos
viste está en la capilla del crucifijo en la Iglesia de San Pedro. Fue una
creación revolucionaria de un joven Michelangelo, que la hizo desde una sola
pieza de mármol.
Para empezar, la virgen María que es la protagonista de esta obra, es
muy joven, más que su hijo Jesús, que aparece en una dimensión más pequeña casi
en un segundo plano, con un rostro que no denota el sufrimiento de la crucifixión.
Pero pasemos a lo popular ¿fuiste al
Coliseo?
-¡Obvio, gilastro! Te aclaro que no es un Coliceo tipo el Dámaso. No fue
hecho para estudiar, sino para fajarse “palo a palo” como la película
Espartaco. Esa que mirábamos de niños, en la Matiné del cine Arizona, donde nos
echaban todos los domingos de tarde, por
armar quilombo. No sé muy bien a qué se
debe el nombre, lo que sí noté, es que está más
deteriorado que el Estadio Centenario. A ver vos, sabelotodo, ¿me podrías
aclarar esa duda?
-Veo que en este tema está más orientado. Es cierto que está más deteriorado que nuestro Estadio, por la sencilla razón que tiene cerca de dos mil años. Coliseo viene de coloso. En su construcción original que no era para combates de gladiadores había una estatua gigante de Nerón. La estatua colosal fue destruida, pero dejó la marca para el nombre ulterior. Esta joya de la arquitectura que pudo albergar a cincuenta mil personas ,fue un regalo del emperador Vespasiano al pueblo romano, y es otro ícono de la cultura Romana. Después si fue utilizado como una arena de gladiadores por aquella máxima política de "Pan y circo" concepción del arte de gobernar al pueblo que ha perdurado hasta nuestros días. Como nota al pie, al que echaban del cine Arizona era a vos y a tu barra de infanto juveniles por motivos irrepetibles.
- Te admiro, Gordo ¡sos una biblia! Ahora te
quiero decir que la comida que más me gustó fue…
-¡Espagueti con salsa de ragú.! Una suerte de estofado que si sabés porque se
llama así, doy por terminada esta charla
-¡Tal cual! La mejor comida. Con razón somos amigos…¡si tenemos los
mismos gustos y hasta la misma cultura.!
Y te aclaro que ragú viene del francés, “Ragouter” que es abrir el apetito. Eso me lo contó un
amigo francés que me hice en Roma, un tal Pierre que me presentó unas minas que…