Presentación. Quién es el autor ?

Pepe Sacapuntas es un voyeur irreverente de la realidad. Muchos de sus trabajos , por decir de algún modo, han sido publicados en Montevideo.com y en el semanario el Pueblo de Santa Lucía donde es soportado en la actualidad. Podemos citar varias publicaciones que definen en forma perfecta a este mercenario de las letras; " La ironía y la transgresión campean en sus trabajos " Diario Clarinete de Salsipuedes; " Al leer sus notas se justifica el delito de opinión." El País de Palo Solo; " Excomulgado para siempre " Semanario Lavatutti del Vaticano, sólo por destacar las mejores opiniones. Lo cierto es que este libre pensador abre una ventana transgresora de ficción que supera la realidad, incluida la política, de allí su relativo éxito. Lo invitamos a descubrir a este personaje bajo su entera responsabilidad.

miércoles, 13 de octubre de 2021

La fuga.

                                                                                                          

                                                                                         

Noche de viernes en el bar Quita Penas. Ambiente colmado y desaforado. El humo clandestino se filtra entre las sonrisas, exclamaciones y barbijos a media asta de los concurrentes.

En nuestra mesa, el Bulla López acomete mi integridad y pregunta:

-Che, Pepe, ¿por qué no fuiste a la despedida del invierno en lo del Tony Céspedes?

-¿No sabes que están peleados? azuzó el Colorado Reyes. Yo estaba presente cuando se dio el desencuentro. Resulta que hace unos meses estábamos jugando a la conga acá mismo, pero en la mesa de adelante, donde hoy están esas parejas de tortolitos. Y seguramente producto de una noche bien regada, El Tony y el Pepe empezaron a hacerse bromas y comentarios subidos de tono, como siempre. Primero, Tony le dijo a Pepe que estaba más gordo que el Panza Gutiérrez…

- Y Pepe le dijo a  Tony que estaba más pelado que el Bocha Pintos, recordó el Gordo Billetera quien tomó la posta de la narración sin pedir permiso. Los calificativos fueron escalando hasta que Pepe que tiene el don de la desubicación le…

-Dije lo mismo que el maestro Tabarez en su última conferencia de prensa. Es decir que cerrara el esfínter, me defendí con escasa convicción.

-En realidad, fiel a tu estilo,  le dijiste ese concepto de una forma más ordinaria y maleva. Concretamente a Tony lo mandaste a que se suturase  el or…

-Se entendió el concepto, Gordo. No sigas con la narración que hay damas presentes, le dije a mi amigo. Acto seguido, no pude evitar mirar a la Gata Acuña que estaba estrenando novio en la mesa de adelante. Luego le hice un guiño con el ojo que estaba fuera del alcance del pretendiente, como me había enseñado mi tío Quique, hacía ya  cuarenta años. A ella le gustó. Me di cuenta porque se cruzó de piernas y se levantó un centímetro la falda.

-Y en esa discusión bizarra, el Tony se levantó de la mesa; lo miró fijo a Pepe y le dijo en voz alta: “Nunca pensé que justo vos,  me fueras a hacer esto a mi que te organicé la colecta de alimentos no perecederos, cuando andabas sin un peso por el tema del Covid”.  Y ahí mismo, el ofendido  se fue dando un portazo, pese a que en este boliche nunca hubo puerta   remató el Colorado Reyes, en voz alta para la chusma hambrienta de escuchar los detalles del insuceso.

-¡No puedo creer que esos dos estén peleados! tiró el bulla Pintos con un dejo de nostalgia. Si son amigos desde la escuela. Recuerdo que en esa época prehistórica, el Tony dijo que había sido él quien había escupido al bedel Funesto  Mortero desde el primer piso del edificio escolar, para salvar a Pepe de una expulsión bien ganada.

-¿Y cuándo, ya adolescentes,  salían con las mellizas Piñata y se las intercambiaban en el cine? ¡Eso sí que es de amigos! recordó con añoranza  y sana envidia el Colorado Reyes.

-Lo cierto es que pasados varios días de la escaramuza, Pepe vino a preguntarme porqué en el perfil del wasap del Tony, no estaba la histórica  foto del abrazo grupal  de nuestro cuadro “La máquina”, en la que todos jugamos de jóvenes. Y le expliqué que no la podía ver porque Tony lo había bloqueado.

-Es así, Gordo, asentí con melancolía. Después le mandé un par de wasap…

-¡Y nada!, acotó el Bulla.

-Lo llamé un par de veces…

-¡Y nada! corearon casi todos los presentes.

-El domingo pasado, antes de las carreras de Maroñas, fui a lo de Tony con el ánimo de pedirle disculpas, a sabiendas que a esa hora él siempre está en su casa, porque concentra antes de la velada turfística.  De entrada, toqué el timbre sin éxito. Luego, empecé a golpear el” toc toc” y fue allí que escuché la voz de Malicia…

-La hermana de Tony se llama Alicia, me corrigió como siempre, el Gordo Billetera que era el único que la defendía en función de un amor tan intenso como no correspondido.

-Sí, claro,  fue Alicia  quien me dijo: “No te molestes, Pepe. El Tony  ya me dijo que te dijera que se fue a las carreras”.

-En buen romance, Tony no se presentó a jugar el segundo tiempo metaforizó con una pincelada de vida, el Gordo Billetera.

-Es decir,  hizo como Nacional en el ´49, cuando   no salió  del vestuario para la segunda parte. “En buen romance”, se fugó, remató el Colorado Reyes con aurinegra suspicacia. ¿Pepe, entonces no vas a ir a la comida de despedida de la primavera en lo del Tony?

Todos nos quedamos escuchando el silencio de una pregunta ya contestada.

Luego, percibí un conocido taconeo de aguja que se acercaba a mi mesa guiado por un GPS de un consabido perfume que me transportó muchos años hacia un lejano pasado.

Levanté la vista para corroborar que la Gata Acuña estaba delante de mí. Tenía un vaso de whisky lleno solo hasta el borde. Con dos piedras de hielo, como me gusta y corresponde. Luego, con  femenina delicadeza, lo puso en mi posa vasos.

Primero,  me dedicó una tentativa de sonrisa carmesí.  Pero enseguida, soltó  una verdad que tenía bien secuestrada desde su despecho.

-Pepe, no esperes que Tony te llame alguna vez… Justo vos deberías saber que de una buena puteada se vuelve, pero de una fuga, jamás